En esta ocasión voy a platicarles sobre la tradición más significativa del municipio de Purísima del Rincón,  la “judea” como se le dice tradicionalmente.

El municipio de Purísima del Rincón está ubicado en la zona oeste del estado de Guanajuato. Limita al norte y este con el municipio de San Francisco del Rincón; al sur con el de Manuel Doblado y al oeste con el estado de Jalisco.
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“La Judea” es un movimiento de teatro popular, iniciado por el ilustre pintor Hermenegildo Bustos (1832-1907) oriundo del municipio de Purísima , se lleva a cabo durante la semana santa de cada año, es una  representación sarcástica del pueblo judío, caracterizado por los escribas y fariseos, quienes buscan aprehender y dar muerte a Jesús valiéndose del apóstol Judas Iscariote. Es, en este personaje,  en el que gira la expectación del pueblo, contradictoriamente al sentido religioso de la semana santa.

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A partir del miércoles santo los judíos, soldados romanos y un grupo de músicos, entre máscaras, turbantes y un vestuario multicolor, toman las calles del municipio permitiendo a la gente se involucre con ellos y participen en esta algarabía.







Cabe destacar el gran trabajo que hacen los artesanos de este municipio ya que con madera del árbol colorín, especie endémica de la región, son los encargados de tallar a mano las máscaras que llevan puestas los actores de esta tradición. Se calcula que esta tradición comenzó en el año de 1850, y en la actualidad se conservan ocho máscaras originales de Don Hermenegildo Bustos que fueron talladas por él, y alguna que otra armadura de los soldados romanos.






Pasajes bíblicos  como: El prendimiento, Las tres caídas, Las siete palabras y el Santo encierro, toman vida en esta celebración con actores o imágenes de madera en procesión por las calles. Pero sin duda, un acto que todo mundo quiere ver, es el ahorcamiento de Judas, que se realiza el Viernes Santo en la plaza principal , donde acuden alrededor de cinco mil personas a presenciarlo, y donde Judas escapa de sus verdugos corriendo entre la multitud, en muchas ocasiones antes de su ahorcamiento. Una vez terminado el acto, el pueblo y sus visitantes, conviven en el jardín de la ciudad, pues su calle principal se llena de puestos con una gran variedad de comida y además podrías ayudar a preservar esta tradición comprando una máscara a estos artesanos Purisimenses.   



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